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El agujero de la capa de ozono es el más pequeño desde 1988

El agujero de ozono en la Antártida llegó a su punto máximo el pasado 11 de septiembre, cuando se extendió por 19,7 millones de kilómetros cuadrados, esto es, un área aproximadamente algo más de dos veces superior a la superficie de EEUU.

La superficie del agujero de la capa de ozono en la Tierra que se forma sobre la Antártida cada septiembre llegó este 2017 al mínimo jamás observado desde 1988, según las mediciones por satélite realizadas por científicos de la NASA y la NOAA (Administración Naiconal Oceánica y Atmosférica), que estudian este fenómeno cada año.

El agujero de ozono en la Antártida llegó a su punto máximo el pasado 11 de septiembre, cuando se extendió por 19,7 millones de kilómetros cuadrados, esto es, un área aproximadamente algo más de dos veces superior a la superficie de Estados Unidos. Después comenzó a disminuir.

«El agujero de ozono en la Antártida fue excepcionalmente débil este año», dijo Paul A. Newman, científico jefe de Ciencias de la Tierra en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, quien añadió: «Esto es lo que esperaríamos ver dadas las condiciones climáticas en la estratosfera antártica».

El agujero de ozono más pequeño en 2017 estuvo fuertemente influido por un vórtice antártico inestable y más cálido, que es el sistema de bajas presiones estratosféricas que gira en el sentido de las agujas del reloj sobre la atmósfera antártica. Esto ayudó a minimizar la formación de nubes estratosféricas polares en la estratosfera inferior.

La formación y persistencia de estas nubes son pasos que conducen a las reacciones catalizadas por cloro y bromo que destruyen el ozono. Estas condiciones antárticas se parecen a las que se encuentran en el Ártico, donde el agotamiento del ozono es mucho menos grave.

En 2016, las temperaturas estratosféricas más cálidas también limitaron el crecimiento del agujero de ozono, que alcanzó entonces un máximo de 23,05 millones de kilómetros cuadrados, cerca de cinco millones menos que en 2015. El área promedio de estos máximos diarios de agujero de ozono observados desde 1991 es de aproximadamente 25,9 millones de kilómetros cuadrados.

Aunque las condiciones atmosféricas estratosféricas más cálidas que el promedio han reducido el agotamiento del ozono durante los últimos dos años, el área actual del agujero de ozono sigue siendo grande porque los niveles de sustancias que agotan el ozono, como el cloro y el bromo, continúan siendo lo suficientemente altos como para producir una pérdida significativa de ozono.

¿Qué es el ozono?

El ozono, que se produce naturalmente en pequeñas cantidades en la atmósfera, se compone de tres átomos de oxígeno en lugar de los dos que forman el oxígeno molecular, mucho más abundante. En lo alto de la estratosfera, entre 10 y 48 kilómetros por encima de la superficie terrestre, la capa de ozono actúa como un protector solar, resguardando a la Tierra de la radiación ultravioleta potencialmente dañina, que puede causar cáncer de piel, cataratas y debilitar el sistema inmunológico, así como dañar las plantas. El ozono es también uno de los gases de efecto invernadero primarios que regulan la temperatura del planeta.

Detectado por primera vez en 1985, el agujero de ozono en la Antártida se forma en el hemisferio sur al final del invierno, entre agosto y septiembre, cuando los rayos del Sol vuelven después de meses de noches polares. La luz solar inicia reacciones catalíticas que producen formas químicamente activas de cloro y bromo que se concentran sobre el Polo Sur durante el invierno, y que destruyen rápidamente las moléculas de ozono.

Además del agujero, los científicos también miden la concentración de ozono que se encuentra en una columna de la atmósfera que se extiende desde la superficie hasta el borde del espacio.

Lo más común para medirla es la Unidad Dobson, que es el número de moléculas de ozono que serían necesarias para crear una capa de ozono puro de 0,01 milímetros de espesor a una temperatura de 32ºC en una presión atmosférica equivalente a la superficie de la Tierra.

Este año, la capa de ozono alcanzó una concentración mínima de 136 Unidades Dobson el pasado 25 de septiembre, que es el mínimo más alto nunca registrado desde 1988. Durante la década de 1960, antes de que se formara el agujero de ozono antártico, la media de las concentraciones de ozono sobre el Polo Sur variaron de 250 a 330 Unidades Dobson.

En 1987 se aprobó el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, que están disminuyendo lentamente. Los científicos esperan que el agujero de ozono vuelva a los niveles de 1980 alrededor de 2070.

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