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Río Ozama: 20 años de contaminación e intentos fallidos de rescate

En el año 1992 el entonces presidente Joaquín Balaguer lanzó el proyecto de rescate al río Ozama, denominado  Programa de Rescate Social, Urbano y Ecológico (Resure), desde entonces, decenas de proyectos se han anunciado sin que ninguno haya dado solución a la contaminación imperante en el cuarto río más importante de la República Dominicana.

Han pasado 20 años desde el anuncio del programa Resure, y ocho períodos gubernamentales que tal parece no han sido suficientes para solucionar los problemas de hacinamiento, contaminación, insalubridad, y otros males que padece el río Ozama.

La causa, el asentamiento de más de diez mil familias a orillas del río Ozama que vierten todos sus desechos en el afluente sin ningún tipo de control, así como también la instalación de empresas públicas y privadas que matan lentamente una de las reservas acuíferas más importantes del país.

El  proyecto Resure, que fue retomado en el 1996 por el sucesor de Balaguer, Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana, contemplaba el traslado de 12 mil familias hacia el sector San Luis, donde se construirían varios proyectos habitacionales.

Contemplaba además la construcción de  una avenida ecológica, que sería la continuación de la avenida Del Puerto, la cual se convertiría en un muro de contención del Ozama.

Sin embargo, al igual que en el 1992 el proyecto permaneció solo en papeles y anuncios que no significaron ningún tipo de mejoría ni para las familias que viven en condiciones infrahumanas ni para el ecosistema que sufre el mayor daño.

En el período de gobierno 2000-2004, de Hipólito Mejía, del Partido Revolucionario Dominicano, tampoco se llevó a cabo ningún plan tan siquiera empezara a rescatar los márgenes del río Ozama.

En el 2011 Acento.com.do llevó a cabo un recorrido por el río Ozama y denunció el aumento de la contaminación en la zona principalmente por empresas que vertían todo tipo de desechos, sobre todo químicos, en el afluente.

Un año después la situación no ha cambiado, pese a los decenas de intentos de limpiar la margen del Ozama y decenas de observatorios, encuentros, reuniones de las principales autoridades en busca de soluciones, el problema crece cada día más sin que se ejecute un plan que de verdad trasforme el afluente en una verdadera fuente natural que incluso puede ser fuente de ingresos.

El ambientalista Eleuterio Martínez considera que antes de hablar del saneamiento del río Ozama se debe reubicar a las miles de familias que se han asentado en los márgenes del río, y prohibir a las empresas el uso del afluente como plataforma para sus actividades.

“A cualquiera da miedo, tú tienes alrededor de 20  a 25 mil familias que se tendrían que  remover para poder empezar a hablar de saneamiento del rio, y eso se lleva la mitad del presupuesto nacional” expresó.

Martínez consideró que “Cuando hay proyectos que cuestan tanto dinero tienen a desalentar la voluntad política y a la larga nada se hace”.

“Mientras no veamos al Ozama como un potencial, mientras no veamos que el Ozama puede generar los recursos que necesita para ser saneado y utilicemos los recursos para eso, nunca habrá dinero, mientras tanto cualquier esfuerzo que se haga para tratar de devolverle la calidad que requiere el Ozama valdría la pena” consideró.

El ambientalista, experto en las condiciones del río Ozama,  afirmó que “Los proyectos hasta ahora son muy bonitos, en los escritorios se planifica y se hacen cosas perfectas, pero cuando se va a la práctica, cuando se llega a la realidad, cualquiera sale huyendo porque lleva todo los recursos del mundo, entonces se necesita hacer lo que nunca se ha hecho, volverse loco, hacer lo que nadie quiere hacer”

Dijo además que es un insulto a la dignidad humana permitir que estas familias vivan encima del rio y que su salud dependa del mismo.

Otros intentos fallidos para rescatar el Río Ozama

En el año 2005, durante el segundo periodo de Gobierno de Leonel Fernández volvió a salir al tapete el proyecto Resure y volvieron a anunciarse una serie de medidas para rescatar los márgenes del río Ozama y las miles de familias que allí residían.

Ese mismo año director de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), Diandino Peña, anunció la construcción de una avenida de seis carriles que anunció en el margen del río Ozama que sería la continuación de la avenida Del Puerto.

La vía  tendría un ancho  40 metros, con un espacio entre la vía y el río de unos 12 ó 15 metros para construir parques y embarcaderos.

Esta vez parecería que el proyecto no quedaría en papeles ya que se dieron los primeros pasos para la construcción de la avenida que prometía ser una solución a la problemática.

Sin embargo, siete años después, sólo permanecen en algunos puntos rastros del material de construcción depositado para rellenar el terreno donde seria ejecutada la vía.

En agosto del 2008 los alcaldes del Distrito Nacional y Santo Domingo Este, Roberto Salcedo y Juan de los Santos se reunieron con el entonces jefe de la Marina de Guerra, Julio César Ventura Bayonet, para buscar soluciones al grave problema de contaminación de los ríos Ozama e Isabela.

Al final de la reunión acordaron iniciar una serie de investigaciones para determinar la gravedad de la situación. Salcedo indicó que antes de que esos estudios concluyan, los Ayuntamientos del Distrito Nacional, Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte, con el apoyo de la Marina de Guerra, avanzarían en la recuperación y saneamiento de los afluentes.

Casi un año después, en julio del 2009, los  tres ayuntamientos, asistidos por la Marina de Guerra y residentes de comunidades aledañas, recogieron  la basura, podaron  la hierba y limpiaron desechos sólidos que se encontraban a orillas de los ríos Ozama e Isabela, lo que denominaron “el inicio del rescate y adecuación de los márgenes de ambos ríos”.

En agosto del 2009, por cuarta vez en 20 años volvió a sacarse de las gavetas el proyecto Resure,  el  entonces presidente del Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (Conau), Joaquín Gerónimo,  anunció que una primera fase del proyecto liberaría la margen del río Ozama desde el Puente Duarte hasta el Puente de Sánchez (el de la 17).

Gerónimo confiaba en que antes de diciembre del 2009 se habrían reunido unos US$200 millones necesarios para ejecutar este proyecto, que contemplaba construir entre 10,000 y 12,000 viviendas en San Luis.

En el año 2011, una vez más los ayuntamientos, la Marina de Guerra, los Ministerios de Salud Pública y de Medio Ambiente y otras instituciones estatales ejecutaron una jornada de limpieza y saneamiento de cañadas, así como la ribera del río Ozama desde el puente flotante hasta el sector Villa Liberación.

Más recientemente en septiembre del 2012, El presidente de la República, Danilo Medina Sánchez, prometió la creación de un plan de rescate para las familias del sector La Barquita, iniciando con este un plan de rescate del Río Ozama.

Medina prometió la reubicación de los residentes en las zonas más vulnerables y la construcción de una vivienda digna, así como también, la construcción de un muro de contención en los litorales del río Ozama, y el saneamiento de todas sus cañadas.

20 años después…

Con cuatro cañadas desembocando en el río, que arrastran todo tipo de desechos, desde plásticos hasta animales muertos, dos hidroeléctricas instaladas sobre el río: Estrella del Norte I y II, la empresa Molinos Dominicano, una metalera y varios deshuesaderos de barcos viejos, es imposible tener un río Ozama limpio, según afirmó el ambientalista Eleuterio Martínez.

Sumado a esto están más de 10 mil familias viven en los márgenes del río produciendo diariamente miles de toneladas de basura que tienen como destino final el afluente más importante de la capital dominicana y el cuarto en importancia del país.

En el Ozama se encuentra de todo, desde hierros, plásticos, desechos orgánicos, materia fecal, electrodomésticos viejos, animales muertos, e innumerables objetos que contribuyen a que sea uno de los ríos más contaminados del país.

Los estudiosos de la situación del río Ozama ya han perdido la cuenta de las acciones llevadas a cabo para sanear el río, y mucho más cuando no ven salida a la problemática.

Los intentos han sido muchos, pero queda claro que no lo suficientemente efectivos para lograr tener un Río Ozama libre de contaminación, insalubridad, pero sobre todo para explotar los recursos naturales que componen el Cinturón Verde de la ciudad de Santo Domingo.

Vía: Acento