Ante esta situación se hizo perentorio un cambio en la planificación de los edificios. Su objetivo es optimizar los recursos. Y la idea consiste en que diseño, construcción y operación reduzcan de manera sensible las huellas negativas del sector. Además deben promover impactos positivos sobre el entorno y el clima. Y ayudarán a preservar las materias primas y a mejorar la calidad de vida de sus futuros ocupantes.

Un cambio necesario hacia lo sostenible

Dada la creciente atención que el público le está prestando al impacto ambiental de cada producto e industria, cada vez es mayor el número de empresas de construcción que tienden a adoptar métodos de construcción sostenibles. Esto no solo ayuda a destacar y mejorar la imagen de las compañías, sino que les permite ser parte activa del cambio hacia lo sostenible que ya no es una moda, sino una necesidad real y perentoria.