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Los Humedales son Patrias sin Fronteras

 

eleuterio-martinez-mini1Su importancia es tal que es el único ecosistema sobre la Tierra que goza de la protección específica que le brinda la comunidad internacional a través de la Convención de Ramsar.

¿Se imagina usted un país de puertas abiertas, sin fronteras y sin la más mínima norma de comportamiento cívico ni regulación de la entrada o la salida de ciudadanos, donde no se necesitan pasaportes, ni visas ni ningún documento de identificación; donde nunca se ha pensado en aduanas ni nada por el estilo porque todo el que llega viene desnudo y sin equipajes y que, sin embargo, en todo su territorio impere el orden, el respeto por los demás y el espacio ajeno; donde existe una sociedad con una perfecta definición de roles para sus miembros y donde las poblaciones se distinguen perfectamente por su forma de ser y el instinto gregario (convivencia armónica y en comunidad) de sus individuos; donde la ética y la moral carecen de sentido, pues la conducta ejemplar que les caracteriza le viene por herencia, por lo cual no tienen que hacer ningún esfuerzo para ser como son? 

¿Cree usted que en el mundo puedan existir naciones sin ciudadanos residentes, que su población se componga casi exclusivamente de turistas, es decir, que quienes la habitan pueden entrar y salir a voluntad y que, sin embargo, nadie intente hacerle daño, antes por el contrario, sientan tanto amor por ella que anualmente la visiten y durante toda su vida conserven ese mismo deseo de volver, llegando hasta tal punto que ese instinto de viajero impenitente (en caso de que con ello cometan algún pecado), se transmita fielmente de padres a hijos, de modo y manera que hasta que el mundo se acabe, si es que Dios algún día así lo decide, ellos continúen yendo y viniendo, con el mismo interés y por la misma ruta? 

¿No le parece un poco extraño que pueda existir un territorio donde todo el que llegue sea bienvenido y se pueda marchar cuando mejor le plazca, vale decir, un verdadero paraíso de cielos y mares abiertos, sin embargo, nunca se dan casos de sobrepoblación y mucho menos se corre el riesgo de quedar deshabitados? Quienes llegan o salen lo hacen por una imperiosa necesidad que solamente ellos conocen y aunque existen conjeturas, nadie sabe a ciencia cierta a qué obedece tal comportamiento. Se llega por aire o por mar (rara vez por tierra, aunque puede darse el caso y de hecho así se sospecha) y todo el que lo hace, sin importar la ruta utilizada, entra y sale en perfecto orden y cordinación, con planes de vuelo o rutas de navegación preestablecidos, por lo que no necesitan llevar consigo ningún mapa ni ninguna orientación escrita? 

¿Turistas o mensajeros? 
Ayer se dijo que tal conducta se apoyaba en la necesidad imperiosa de encontrar alimentos cuando éstos escaseaban en el lugar donde habitan regularmente, en otras palabras, los individuos se ven obligados a salir tras la búsqueda de alimentos. Esta mañana alguien lanzó la hipótesis de que su comportamiento obedecía a los cambios estacionales del clima y en estos momentos los teóricos se refutan unos a otros y casi están por consensuar una tesis colectiva: »van en busca de determinados lugares que le brindan las condiciones óptimas para su cortejo (enamoramiento), apareamiento y reproducción».

Pero usted puede estar seguro de que mañana, cuando entre el nuevo milenio, no faltará un cabeza caliente que se atreva a desmentir todo lo anterior para inferir que se trata de fenómenos evolutivos que van más allá de las necesidades vitales particulares de una especie o de los requerimientos de la propia línea evolutiva que marca su destino, para cumplir con su aporte particular obligatorio y de esta manera poder satisfacer las necesidades propias del planeta, el cual requiere del concurso de todos sus componentes vivos para mantener la armonía de su marcha y el equilibrio de los ecosistemas que lo componen.

Mientras los científicos se ponen de acuerdo y se dan cuenta de que todos tienen más o menos la razón, las aves, los peces, las tortugas, los caimanes, las jicoteas, los babos, los cocodrilos, los cangrejos, camarones y otros distinguidos o dignos representantes de la fauna migratoria, continúan su eterno peregrinaje. No obstante cabe preguntarse cuáles son esos países, naciones, territorios o espacios tan singulares para que sean tan solícitos? ¿A usted no le gustaría conocerlos, porque aunque no pueda habitarlos sin causarles daños considerables a su frágil estabilidad ecológica, la belleza de sus paisajes, lo exótico que resultan algunos de sus ambientes y la gracia de la vida que llevan sus habitantes despierta tal inquietud o curiosidad, que la humanidad tiene sus ojos puestos en ellos?

Vale la pena conocerlos de cerca porque son una fuente inagotable de bienes y servicios que puede beneficiar al ser humano indefinidamente si se les respeta, se les aprovecha y se les protege ante cualquier factor perturbador extraño a su dinámica natural. Posiblemente esa sea la puerta que le falta al ecoturismo por abrir. En nuestro país existen en todos los tamaños, calidad y formas; sin embargo, están prácticamente desprotegidos. ¿Quiere conocerlos?, observe la vista de portada y se los describo a continuación.

LA CONVENCION
TíTULO: Convención sobre los Humedales 
NOMBRE CONOCIDO: Convención Ramsar 
ORíGEN: Ramsar – Irán, 1971 
ENTRADA EN VIGOR: Año 1975 
MIEMBROS: 106 Estados (1998) 
LISTA: 896 humedales 
SUPERFICIE: 67 millones de has.

EL MEJOR USO ES EL NO USO
La Convención de Ramsar tiene por objetivo la conservación y el uso racional de los humedales a través de la acción a nivel nacional y la cooperación internacional, con miras a lograr un desarrollo sostenible en todo el mundo
Esos espacios de residencia temporal o definitiva de ciudadanos locales y de ultramar son los humedales, unos de los ecosistemas más singulares del planeta. Tienen tanta importancia que su función ha sido valorada positivamente y reconocida por la comunidad internacional y por ello se ha arribado a acuerdos para delinear planes globales con el objetivo de garantizar su conservación sobre el planeta. Bajo este espíritu se elaboró la »Convención sobre los Humedales», mejor conocida como »Convención Ramsar» que nació en una ciudad del mismo nombre, en Irán a comienzos de 1971, entrando en vigor cuatro años después, en 1975.
Para el primero de enero del año pasado la convención había sido firmada y ratificada por 106 naciones que habían pasado a ser Estados miembros, mientras que muchos otros, como lo es República Dominicana, estaban preparando su documento de adhesión.

A pesar del interés que despiertan, todavía es poco lo que se conoce de la dinámica de los humedales, de sus aportes a la estabilidad global del clima y al equilibrio ecológico de los sistemas terrestres. Se sabe que algún misterio los envuelve y, desde luego, necesariamente deben poseer características especiales que los hagan tan apetecibles o tan atractivos para sus usuarios habituales u ocasionales.
De hecho, ya se sabe que son verdaderos puertos y aeropuertos utilizados como estaciones de descanso y reabastecimiento de energía para los viajeros más osados, para los que emprenden eternamente aventuras transhemisféricas o transoceánicas y nunca renuncian a quedarse para siempre en un solo lugar. Ellos podrán razonar (si cabe el término y tuviesen tal facultad), »si el mundo es tan grande y tan hermoso, no vale la pena conformarse con un pedacito si podemos hacer nuestro el paraíso completo».

De la convención
Según la definición de la convención: »los humedales son las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros». Los mismos cumplen funciones ecológicas fundamentales como reguladores de los regímenes hidrológicos y como hábitat de una muy rica biodiversidad. Se estima además que constituyen un recurso de gran importancia económica, cultural, científica y recreativa que debe ser preservado.

»La progresiva intrusión en los humedales y la desaparición de los mismos, constituyen un daño ambiental serio y a veces irreparable, y que por lo tanto, debe ser evitado», a juicio de la convención. Deben restaurarse y rehabilitarse toda vez que ello sea posible. Pueden conservarse mediante un uso racional, definido como la ‘utilización sostenible que otorga beneficios a la humanidad de una manera compatible con el mantenimiento de las prioridades naturales del ecosistema’. A su vez, el uso sostenible es ‘el uso humano de un humedal que permite la obtención de un máximo de beneficios de manera continuada para las generaciones presentes, al tiempo que se mantiene el potencial para satisfacer las necesidades de las generaciones futuras’. »La protección estricta es una forma de uso sostenible».

Los Compromisos
La Convención establece que las Partes Contratantes se tienen que comprometer a: 
1.- Designar por lo menos un humedal que responda a los criterios de Ramsar para su inclusión en la »Lista de Humedales de Importancia Internacional (Lista Ramsar)» y asegurar el mantenimiento de las condiciones ecológicas de cada sitio de la »Lista». Se espera que los países incluirán en la ‘Lista’ tantos sitios que respondan a los criterios como les sea posible. Hasta enero de 1998, las Partes habían incluido 896 humedales (más de 67 millones de hectáreas) en la ‘Lista’. Los sitios Ramsar no tienen que ser necesariamente áreas protegidas, pero sí se requiere que se mantengan las condiciones ecológicas de los mismos, mediante una gestión basada en el concepto de ‘uso racional’; 
2.- incluir las cuestiones referidas a los humedales en la planificación del uso del suelo a nivel nacional, de manera que se promueva el uso racional de todos los humedales; 
3.- establecer reservas que incluyan a humedales y promover la capacitación en el campo de la investigación, gestión y custodia de los humedales; 
4.- consultar con las otras Partes acerca de la aplicación de la Convención, especialmente en lo relativo a humedales transfronterizos, sistemas hidrológicos compartidos, especies compartidas y proyectos de desarrollo que afecten a los humedales.

Importancia Internacional
Según la Convención, se considera que un humedal es de importancia internacional si cumple con, al menos, uno de los criterios enumerados a continuación: 
1.- Criterios para humedales representativos o únicos: 
a) es un ejemplo representativo especialmente bueno de un humedal natural o casi natural, característico de la región biogeográfica en donde se encuentra (vbgr. Humedales del Bajo Yuna en la Bahía de Samaná – Bahía Escocesa o los salados, manglares y humedales del entorno del Lago Enriquillo); y/o, 
b) es un ejemplo representativo especialmente bueno de un humedal natural o casi natural, común a más de una región biogeográfica; y/o, 
c) es un ejemplo representativo especialmente bueno de un humedal que desempeña un papel hidrológico, biológico o ecológico significativo en el funcionamiento natural de una cuenca hidrográfica o de sistemas costeros extensos, especialmente si es transfronterizo (vbgr. Humedales de la Laguna Saladillo, República Dominicana – Baha de Fort Libert, Hait); y/o, 
d) es un ejemplo de un tipo específico de humedal, raro o poco común en la región biogeográfica en donde se encuentra (vbgr. marismas y salados de Bucán de Base en el procurrente de Barahona). 
2.- Criterios generales basados en la fauna y la flora: 
a) Sustenta un conjunto/ensamble apreciable de especies o subespecies de fauna o flora raras, vulnerables o amenazadas, o una cantidad apreciable de individuos de una o más de estas especies (vbgr. Salados, lagunas, islotes, payas, ensenadas, esteros, deltas, estuarios, caos y manglares del Parque Nacional Monte Cristy); y/o, 
b) es de valor especial para mantener la diversidad genética y ecológica de una región a causa de la calidad y peculiaridad de su flora y fauna (Humedales, lagunas, marismas, estuarios y manglares de la costa atlántica enmarcados dentro del continuo ecológico Goleta – Caberete – Yásica – Gazpar Hernández – Ro San Juan, donde habitan cientos de especies nativas, endémicas y migratorias); y/o, 
c) es de valor especial como hábitat de plantas o animales en un período crítico de sus ciclos biológicos (manglares, caños, pantanos y bosque inundable de la Laguna Bávaro, hábitat natural del Ciprinodon higüey -pez endémico y exclusivo de esa laguna-); y/o, 
d) es de valor especial para una o más especies o comunidades de fauna o flora (humedales de las zonas de remanso de los ríos Ozama e Isabela). 
 3.- Criterios específicos basados en aves acuáticas 
Un humedal será considerado de importancia internacional si: 
a) de manera regular sostiene una población de 20,000 aves acuáticas (habría que evaluar el Bajo Yuna y los Humedales del Parque Nacional Monte Cristy); y/o, 
b) de manera regular sostiene cantidades significativas de individuos de ciertos grupos de aves acuáticas, indicadores de los valores, la productividad o la diversidad de los humedales (vbgr. Continuo ecológico Los Haitises – Lagunas Redonda y Limn – Albúfera de Maimón donde se alteran humedales de agua dulce y saladas, naturales e intervenidos, ensenadas y estuarios…); y/o, 
c) habiendo datos cuantitativos poblacionales disponibles, de manera regular sostiene el 1% de los individuos de una población de una especie o subespecie de aves acuáticas. 
4.- Criterios específicos basados en peces: 
Un humedal será considerado de importancia internacional si: 
a) sustenta una proporción significativa de las subespecies, especies o familias de peces autóctonos, etapas del ciclo biológico, interacciones de especies y/o poblaciones representativas de los beneficios y/o los valores de los humedales y contribuye de esa manera a la diversidad biológica del mundo (habrá que estudiar la diversidad de especies de peces endémicos e introducidos del sistema de marismas – salados – humedales del Valle de Neiba – Laguna Cabral – Hoya de Enriquillo – Lago Saumatre – Laguna Trou Caimán); y/o, 

b) es una fuente de alimentación importante para peces, es una zona de desove, un área de desarrollo y crecimiento y/o una ruta migratoria de la que dependen poblaciones de peces del mismo humedal o de otros lugares (habría que estudiar el sistema río Nagua – Colorado – Gran Estero y manglares asociados, as como sus vinculaciones con el mar, la Bahía de Samaná y el Bajo Yuna).
HUMEDALES DE REPUBLICA DOMINICANA

 
La República Dominicana en la parte oriental de la Isla Española está ubicada en el mismo centro del cordón insular que se forma en el archipiélago de las Antillas Mayores, a mitad de camino de esta ruta utilizada normalmente por las aves migratorias que viajan entre el Hemisferio Norte y el Hemisferio Sur, haciendo puente entre las Américas (del Norte y del Sur) y contiene además los humedales más extensos de las Antillas. No hay dudas de que los humedales dominicanos tienen una importancia cardinal para aquellas aves que no pueden hacer vuelo directo y que, por lo tanto, necesitan de estos puertos o aeropuertos para descansar y reabastecerse de energía, antes de llegar a su punto de destino temporal. 

Esta isla tiene la ventaja de ser la más ensanchada y disponer de una excelente distribución de sus humedales, que van desde la costa hasta el interior y de la montaña a la llanura: costa atlántica, Cibao occidental – Monte Cristy, sitemas de presas del complejo Tavera – Bao – López Angostura, Cibao oriental – Bajo Yuna, humedales de la costa oriental, sistema de presas del complejo Jigüey – Aguacate – Valdesia – Las Baras, salados del Valle de Neiba, Laguna Cabral y su entorno, Hoya del Lago Enriquillo, humedales de la gran llanura costera del Caribe, sistema de lagunas de la Isla Saona, sistema costero de Laguna de Oviedo – La Rabiza, sistema de marismas y lagunas de Bucán de Base – Ticaletón y el minisistema lagunar de la Isla Beata. 

Este país comparte dos zonas de humedales con Haití: la zona fronteriza Lago Enriquillo – Lago Saumatre y la zona fronteriza de remanso del río Masacre (Laguna Saladillo – Bahía de Fort Liberté). Tiene dos sistemas con más de 100 kilómetros cuadrados cada uno: Bajo Yuna y Llanuras del Ozama. La riqueza y las altas poblaciones de flamencos, patos, pelícanos, playeritos, garzas, gaviotas y de otras aves acuáticas migratorias son indiscutibles. Entonces, la pregunta es evidente ¿por qué República Dominicana todavía no es signataria de Ramsar?

Los Humedales

Los humedales constituyen uno de los ecosistemas más valiosos que existen sobre la Tierra. Están formados por zonas pantanosas, áreas de ciénegas, marismas, salados o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas. En República Dominicana existen extensas zonas de humedales, las más grandes de las Antillas, sin embargo, todavía no ha firmado la Convención Ramsar que es el mecanismo de protección acordado por la comunidad internacional.

por Eleuterio Martínez 
Publicado originalmente en el Listín Diario del 31 de Agosto del 1999