Los datos registrados demuestran que el aumento de temperatura marina experimentó una fase estable a mediados del siglo pasado, para reanudarse en las décadas de los 80 y 90.

“Por término medio, la temperatura de los arrecifes caribeños ha variado 0,18 °C por década desde entonces, lo que sugiere que, de continuar este ritmo, los ecosistemas podrían calentarse 1,5 °C de aquí a 2100”, advierte Bove.

Más olas de calor

El equipo también analizó las olas de calor marinas —períodos breves de tiempo con temperaturas oceánicas inusualmente altas— para descubrir que la frecuencia y la duración de estos fenómenos está aumentando en todo el Caribe.

Los arrecifes experimentan ahora una media de cinco de estos eventos al año, cuando en la década de 1980 este fenómeno ocurría una vez al año de media.

Los cambios drásticos de temperatura suponen un factor de estrés que puede llevar al blanqueamiento del coral y a su muerte.

“La extinción de los corales el Golfo de México y el Caribe supondría perder el ecosistema que usa los arrecifes como hábitat, y tendría enormes consecuencias para los cientos de millones de seres humanos que dependen de esos arrecifes para alimentarse y obtener ingresos de la pesca”, concluye Bove.