Por otra parte, ya se han tenido que enfrentar a dos grandes incendios, puesto que, quienes de alguna manera ‘gestionan’ este lugar, han intentado quemar parte de la ropa con la intención de reducir el tamaño de este vertedero textil (que es el segundo más grande del mundo), pero el fuego se ha descontrolado y ha ardido durante días.

Datos de la moda efímera

Según el modelo que sigue la moda rápida, que se contrapone a la moda sostenible, para fabricar una simple camiseta se deben emplear fibras que no son biodegradables (plásticas en su mayoría), tintes y componentes químicos de alta toxicidad y más de 2400 litros de agua que es la cantidad que un ser humano bebe como promedio cada dos años y de cada 10 prendas producidas, 8 seguramente acabarán en este tipo de basural textil.

A ello hay que sumarle unos costes de transporte enormes, ya que las telas se fabrican en un sitio, las prendas en otros, el producto terminado se vende a medio mundo de distancia y acaba a miles de kilómetros de allí, por lo que más allá de los gases de efecto invernadero que se emitan en producción, la cifra global se dispara gracias a los viajes que cada prenda debe hacer.