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Carreteras que (des)conectan

Por: Mariela Mejia y Mervin del Cid

ZONA FRONTERIZA. Entre Restauración y Pedro Santana hay una carretera sin asfaltar que se pierde en un imponente sistema montañoso, de grandes precipicios, que forma parte de la Cordillera Central. Sus 48.3 kilómetros delimitan la frontera entre Haití y República Dominicana, en medio de un trayecto con pocas viviendas y tramos deforestados. Es la Carretera Internacional, una vía solitaria y deteriorada, conocida por una peculiaridad: los niños haitianos que corren con ímpetu tras los pocos vehículos que pasan para pedir dinero o comida a los pasajeros.

No importa donde estén, desde que escuchan el motor en marcha, salen al camino descalzos, semidesnudos o con ropas sucias. Provienen de casas desvencijadas y sin servicios básicos. Los menores emiten un sonido gutural para llamar la atención o vociferan: «¡Dame cinco pesos!».

No importa donde estén, desde que escuchan el motor en marcha, salen al camino descalzos, semidesnudos o con ropas sucias. Provienen de casas desvencijadas y sin servicios básicos. Los menores emiten un sonido gutural para llamar la atención o vociferan: "¡Dame cinco pesos!".

Algunos acuden a dos escuelas haitianas que están a la orilla de la carretera, y sus padres trabajan mayormente cultivando en conucos. Así han vivido por años.

Con la finalidad de ponerse de acuerdo sobre aspectos de límite territorial, los gobiernos haitiano y dominicano aprobaron la construcción de la Carretera Internacional como punto de conexión entre el norte y el sur ((Restauración y Bánica). Ambos países financiaron su costo de US$450 mil, iniciándose los trabajos el 14 de julio de 1936 y terminándose el 1 de julio de 1942.

William Páez Piantini, embajador y titular de la División de Límites Fronterizos de la Cancillería, explica el porqué se hizo: «La línea de demarcación fronteriza dejaba claramente establecido que todo el territorio de La Miel pertenecía a la República Dominicana, y en negociaciones que se llevaron a cabo, los haitianos se metieron, ocuparon el territorio de La Miel, y cuando hubo necesidad de tirar la línea de demarcación, todo el territorio de La Miel quedó en favor de los haitianos, un territorio que es declarado dominicano, y por esa razón se hizo la Carretera Internacional. Ese es el único tramo de Carretera Internacional».

La vía inicia en Villa Anacaona, Restauración, y concluye en el paso de Los Cacaos en Pedro Santana. En las siguientes panorámicas 360 podrás ver cómo luce el tramo próximo al río Artibonito y también otro punto de la carretera bordeado por precipicios.

Tras 73 años, la vía está abandonada y no todos se aventuran a transitarla. Los desmotiva la carencia de asfalto, las continuas curvas y precipicios, y porque -aunque hay fortalezas del Ejército de República Dominicana en distintos puntos- la consideran insegura, pues se han registrado asaltos.

Además, debido a que hace meses se rompió un puente en el poblado Los Cacaos, actualmente hay que desviarse por Haití para recorrer siete kilómetros entre una comunidad que vive en un ambiente desértico y en extrema pobreza.

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El 10 de septiembre de 2014, el Senado aprobó un proyecto de resolución de la presidenta de la Comisión de Frontera del hemiciclo, Sonia Mateo, y del senador de Elías Piña, Adriano Sánchez Roa. Buscaba que el Poder Ejecutivo incluyera en el Presupuesto Nacional de 2015 los recursos para asfaltarla, lo que no se hizo. Esto a pesar de que la carretera, acondicionada, pudiera convertirse en el centro de conexión de las regiones productivas de San Juan y Santiago, en República Dominicana, y Hinche y Cabo Haitiano, en Haití.

Mapa Carretera Internacional

Los términos de referencia de una propuesta de la Dirección General de Desarrollo Fronterizo para financiar la evaluación del impacto socioeconómico en el desarrollo territorial de Haití y República Dominicana, indican que «se requiere un estudio general que conduzca a la mejora de la infraestructura de la carretera binacional entre Haití y República Dominicana, lo que permitirá establecer un corredor con capacidad para movilizar el comercio entre la región sur y región norte de ambos países».

Pedernales e Independencia, cerca pero lejos

Las autoridades de las provincias Independencia y Pedernales hablan de planes de turismo de cruceros y rutas ecoturísticas, que incluyan el Lago Enriquillo y Bahía de las Águilas. Pero hay una barrera: la carretera que las conecta.

Para llegar desde Puerto Escondido, en Indepedencia, hasta el el municipio cabecera de Pedernales, hay que recorrer seis horas o más de 220 kilómetros, que incluyen pasar por Barahona. Pero hay una vía que lo permite hacer en 74 kilómetros. Sin embargo, tiene unos 53 kilómetros deteriorados desde Puerto Escondido hasta el cruce de Mencía en Pedernales, que deben ser preferiblemente transitados por vehículos con cambio de fuerza o 4×4.

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Esta carretera en mal estado penetra el Parque Nacional Sierra de Bahoruco, y aunque sectores ecologistas se oponen a que se acondicione alegando que impactaría los bosques, otros entienden que traería resultados socio-económicos importantes.

«Tanto la comunidad para el desarrollo de Duvergé, como nosotros en la provincia de Pedernales, estamos haciendo todo lo humanamente posible (para que se asfalte)», dice el gobernador de Pedernales, Ángel Zabala. «Tendríamos la facilidad de conectarnos con la provincia Bahoruco, y podríamos salir desde Barahona, venir toda la costa, y el que quiere retorna por la zona de Duvergé, dar la vuelta al lago, y no tiene que retornar por el mismo lugar, que es lo que tenemos en estos momentos».

El turismo que espera

De las cinco provincias fronterizas, tres están consideradas entre las más pobres del país. Con dos de ellas costeras, con kilómetros de playa, y atractivos como el Morro de Montecristi al inicio de la región, hasta llegar al final, a la laguna de Oviedo en Pedernales, tienen lugares con mucho potencial turístico.

El actual gobierno del presidente Danilo Medina se ha trazado la meta de formalizar el sur como el cuarto polo turístico del país.

Este desarrollo impactaría las economías fronterizas, pero aún hay propuestas engavetadas. Una de ellas es un proyecto de ley presentado por el senador de Elías Piña para crear un corredor turístico-ecológico en la frontera, que abarque a Santiago Rodríguez y Bahoruco. La iniciativa contempla incentivos y exenciones a los inversionistas y a turistas. Ha perimido y reintroducido.

Para llegar a las provincias a través de las rutas de autobuses de pasajeros, los visitantes cuentan con más de 600 unidades de guaguas, independientes o afiliadas a sindicatos. En la capital, las terminales se ubican en las inmediaciones de la avenida Duarte, y el costo del pasaje fluctúa entre RD$350 y R$500.

Otra modalidad a aprovechar es la aérea. Pedernales cuenta con el aeropuerto de Cabo Rojo, para vuelos militares, y Montecristi con el aeródromo Osvaldo Virgil, que fue relanzado en abril del presente año.

De hacerse un corredor turístico, se debería trabajar el servicio de las telecomunicaciones, ya que en lugares próximos a la división fronteriza, se pierde la señal de los proveedores locales y se activa el «roaming» proveniente de Haití. Además, emisoras haitianas se escuchan kilómetros adentro de territorio dominicano y viceversa.